Igual que las personas, las mascotas han incrementado su tiempo de vida en las últimas décadas . Pero no sólo se trata de que vivan más, se trata de que vivan más y mejor.

Por ello, cada vez vemos con más frecuencia animales viejitos , con dificultades para andar, con poca visión , con sordera, con mal aliento, con pelo feo , delgados, a veces desorientados, que se cansan mucho, que beben más agua, que vomitan de vez en cuando o tienen un apetito caprichoso…

Muchos de estos síntomas son tomados por el propietario como “algo propio de la edad”. Sin embargo, la mayoría de las veces no es así, y son reflejo del padecimiento de alguna enfermedad: cataratas, enfermedad bucodental, enfermedades renales, endocrinas, cardiacas, hepáticas, etc.

Si tienes un perro o gato mayor, no dudes en hacerle un chequeo. La mayoría de las veces podemos ayudarle y solucionar su dolencia, y en otras ocasiones podemos hacer que la enfermedad que padece, progrese más lentamente y sobre todo, mejorar la calidad de vida. De eso se trata, de que vivan bien y felices.